No es que yo sea una persona
demasiado detallista para los complementos pero siempre he querido saber hacer
zapatos. En este caso como se puede
apreciar están hechos de forma casera porque tienen muchos fallos pero para no
ser una experta…
Bueno vamos al lío, para los
zapatos utilicé unos zapatos que no usaba y los desmonté. Las piezas que saqué
las usé de moldes para sacar los patrones ya que le añadí pliegues y los hice
un poco más anchos porque en los originales no me cabía el pie (tengo pies de
pato según las malas lenguas). Una vez sacadas las piezas en tela las cosí y pegué
la planta a la suela tomando como referencia el otro zapato que no desmonté
hasta que tuve uno hecho del todo. Para la tobillera hice una pulsera de
rocallas irisadas tejida con punto pellote y quedó así de mona. Para tapar la
trabilla y el botón que cierra la tobillera le puse la flor que veis.
Para el bolso compré una boquilla
que tuviera una forma parecida a la de los zapatos para poder hacerle los
mismos pliegues y darle una apariencia parecida. Para que el bolso quedara rígido está
entretelado con entretela de tela fuerte y forrado con género duro por todo
ello se queda de pie aún con el peso del asa de la boquilla.
Espero que os guste el conjunto
tanto como a mí y por último deciros que a pesar de los muchos fallos que le
encontraría mi bisabuelo paterno que tuvo una fábrica de zapatos yo me siento
muy orgullosa del resultado.
Eres una auténtica manitas Ingrid.
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